lunes, 4 de abril de 2011

Nuestra primera polémica: Ulises y Guillermo

Hoy tuvimos nuestra primera polémica como grupo. No crean. Las polémicas son a veces detonadores muy poderosos de evolución y de reflexión. Vamos a ver como grupo qué extraemos de ésta.

Ulises nos expuso con mucha claridad las ventajas de un automóvil híbrido. Yo sigo animándoles a que elijan una información más precisa, más rica. Siento que se suelen quedarse aún en la superficie. Pero la exposición de Ulises tuvo la virtud de ser didáctica y bien organizada. Fue eficaz. Y como orador tuvo sus buenos y sus regulares momentos. Quedémonos con su arranque, con creo que se encontró, aunque sea fugazmente, con el profesor que lleva dentro (todos llevamos uno, por cierto, y su misión en estas exposiciones es conectar con él).

Y de la exposición de Memo.... ummm.... podríamos hablar largo y tendido. Me queda claro el propósito: denunciar nuestra ingenuidad intelectual. Pero faltó que Memo nos llevara desde esa parodia del "charlatanismo" a un conocimiento más profundo (qué criterios nos ayudan para juzgar la validez de información, qué tipo de ignorancia preside nuestra actual sociedad del "conocimiento", qué debemos hacer para mejorar nuestro acceso al conocimiento, no sé).

Pero lo más apasionante de analizar de la exposición de Guillermo fue su actitud como orador. Creo, honestamente, que se equivocó. Quiso darle un tono informal, provocativo y descarado a su exposición, pero su actitud en el escenario resultó una falta de respeto. No era incompatible. Se podía ser polémico pero buscar también la conexión con el público; en términos clásicos, se podía compaginar el amor a la verdad con el amor a los otros. Sí, ya ven, me puse cursi. Pero es que deben saber que en el fondo una buena exposición responde a esos dos "amores" (o dos tipos de conexión, si lo quieren en un lenguaje más científico): el amor a lo que tienes que comunicar (al rigor de esa información, a su interés para el público, a su capacidad para explicar o demostrar algo) y el amor a quienes te estás comunicando (la sensibilidad para "sentir" a tu auditorio, para incorporarlo emocionalmente a lo que estás diciendo).

Eso sí, lo que más me gustó de ustedes como grupo fue su actitud. A pesar de que algunos se sintieron agredidos por el tono expositivo del compañero, su forma de señalárselo fue reflexiva. También Memo (y no era fácil en esos momentos) intentó justificar el sentido de sus decisiones. Tuve la sensación de que el grupo quiso cerrar la herida abierta, de que queríamos buscar un sentido constructivo a la dosis de malestar. Y ese tipo de reacciones son las que hacen fuerte a un grupo humano.
Y es que los grupos son a veces como las parejas. Necesitan de vez en cuando una riña para descubrir posibilidades para evolucionar. Hoy se abrió una posibilidad maravillosa para que sean más rigurosos con la información (como apuntaba Guillermo) y para que sean también más empáticos con el grupo (como pedía el grupo mismo). ¿Quién de ustedes dará ese salto? Ya me siento curioso...

5 comentarios:

  1. A mi de cualquier manera me pareció grotesco la manera en cómo se comía la paleta. El justificar el tener hambre con querer comer una paleta en tu "examen" de segundo parcial en una clase que se llama "EVAP" es absurdo. Creo que pudo haberse contenido el "hambre". De cualquier manera no estoy de acuerdo que nos deje expresarnos de esa manera por que creo que ante todo esta la educación seguida del respeto, y creo que se perdió un poco.

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  2. Sí, estoy de acuerdo en que lo de la paleta era muy molesto e innecesario. Pero consideré que lo interesante era generar reflexión sobre lo sucedido, en lugar de optar por la solución más cómoda y menos pedagógica, que era la expulsión de la clase o alguna medida de ese estilo.
    En la conferencia que dio ayer la Dra. Lucrecia Lozano, directora del área de Humanidades del Tecnológico de Monterrey, nos comentó que la misión de las Humanidades dentro del Tec es precisamente la de aumentar la tolerancia hacia la diferencia y la de fomentar actitudes de diálogo y negociación ante ella. La de aprender del otro, incluso cuando se equivoca. Incluso cuando nos irrita.
    Memo se equivocó. Él lo sabe. No creo que merezca la lapidación pública. Ya recibió el rapapolvo de sus comentarios. Lo que necesita es aprender a manejar mejor esa arrogancia que mostró en el escenario, al igual que otros necesitan aprender a manejar mejor su timidez o su inseguridad.
    Para mí todo defecto humano es un combustible que podemos transformar positivamente, que puede ser, de hecho, nuestro mejor aliado. Memo podría transformar su arrogancia escénica en sano atrevimiento. Otros podrían llevar la timidez por el camino de la humildad, la más difícil y poderosa de todas las virtudes.
    En fin, que estamos aquí para aprender. La clase es, también, un laboratorio de emociones, y me parece positivo que encontraras en este blog un espacio para expresar las tuyas. Hacerlo es el primer paso para transformar lo emocional en experiencia.
    Debo confesarles que ustedes forman en clase un grupo muy lindo. También, muy heterogéneo, de los más dispares en ideologías y personalidades que me ha tocado en los últimos años. Pero eso no es un problema sino una riqueza que debemos aprovechar. Es, de hecho, lo que la universidad puede en parte ofrecerles. Lo dice el propio significado de la palabra "universidad": uni-versum, osea, versiones del mundo que se hacen una.
    Nuestra misión es encontrar la manera de que esas versiones puedan expresarse y, al mismo tiempo, de que al hacerlo no dañen la armonía social. ¿Resulta un equilibrio imposible? No lo creo. Y ustedes son precisamente un grupo que ha demostrado infinidad de veces su capacidad de tolerancia. Como diría Gabi, todos somos una orquesta. Y si algún instrumento desafina nuestra misión es inspirarle de nuevo el compás de la música.

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  3. Posteo aquí un mensaje de Rodolfo, que tuvo problemas para postear el suyo:

    La exposiciòn de Ulises fue bastante organizada y al final consiguió el objetivo de informar y compartir el conocimiento con el público sobre los coches híbridos en especial para aquellos que nunca habían escuchado del tema, en cuanto a Guillermo, sí, cometió un error terrible en la forma de querer llevar su exposición, la paleta fue algo muy vulgar y perder el respeto hacia el auditorio es una forma muy soberbia de querer dar una apariencia, de cualquier modo el contenido de su esposición también aunque fue algo distinta y eso tiene valor no fue algo espectacular ni se vio un trabajo dedicado o premeditado para la evaluación. En general considero que hay que establecer una rúbrica para este tipo de actividades para no volver a caer en este tipo de relajaciones.

    Rodolfo.

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  4. Sí, estamos todos de acuerdo en que Guillermo tuvo un mal día.

    De la rúbrica, el 1 de febrero fue la primera vez que les comenté mis criterios para calificar. Les envié, de hecho, un mensaje por correo. Lo hemos trabajado también muchas veces en clase. Pero nunca está demás repetirlo. En pocas palabras:

    50% discurso (claridad, información relevante, estrategias para interesar al público)
    50% comunicación no verbal (voz, mirada, comunicación gestual, espacio).

    En cualquier caso, el tipo de prácticas colaborativas de análisis que hacemos en clase tiene la intención de crear en ustedes una cultura de la evaluación (de la "coevaluación" y "autoevaluación"). Y lo bonito para mí es ver que hasta el momento se han producido muchas mejoras y en muchos niveles (en seguridad escénica, en organización de la información, en habilidades explicativas y argumentativas, en manejo de nuevas tecnologías como Prezi, etc).
    Que el árbol no nos impida ver el bosque. Pero si, como bien señalas, el tropiezo de Guillermo puede servir de acicate para inspirar mayor autoexigencia, bienvenida sea la propuesta.
    Aquí lo único importante es que hagamos de la clase una experiencia lo más rica posible de aprendizaje.

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  5. Yo creo que como todos dicen si tuvo un error al tratar de tomar esa postura tan altanera, pero considero que acertó muchísimo en toda la planeación y el control que tuvo en la manera que iba a realizar su exposición.

    Esto lo digo porque desde el principio sabía el mensaje que quería comunicar así como lo que tenía que hacer para lograrlo (A su manera, claro). Un ejemplo es que al inicio dijo que no estaba listo con el propósito de que todos los demás pensáramos que su apenas estaba iniciando.

    Creo que él ha sido el único, o uno de los pocos, que pensaba más en "actuar" su presentación para obtener cierta respuesta del público.

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